Wundt
describe los principales fenómenos hipnóticos analizando sus explicaciones fisiológicas
y psicológicas; para finalizar desacredita parte de los trabajos experimentales sobre la
hipnosis advirtiendo además de su peligro para la moralidad y la salud. Fragmento
del texto:
En el suplemento científico de uno de nuestros periódicos más estimados se
publicó hace algún tiempo un artículo sobre las sociedades de psicología
que podía considerarse como un llamamiento dirigido al círculo más extenso del público
instruido. Estaba destinado a abrir el camino en un dominio cuya explotación, según la
opinión del autor, no había sido perseguido hasta entonces por la actividad colectiva, y
a invitar a todos los investigadores a repartirse la tarea. La misión de esas sociedades
de psicología había de consistir así al menos se nos enseñaba en el
cultivo de las llamadas ciencias ocultas, esas hijas bastardas de la ciencia
oficial. Comprendíanse bajo esta denominación todos los fenómenos que se salen
del curso ordinario de la vida psíquica, y en primer lugar el hipnotismo del cual nació la psicología
experimental. Todo lo que se clasifica en esta categoría, como la psicofísica,
decían, se dirige al fin sólo de toma indirecta. El hipnotismo fue el
primero en hacer posible el someter artificialmente a un sujeto viviente a
diferentes condiciones que implican al ser entero y tan sólo así permitía
la aplicación directa de la experiencia a los hechos psíquicos. Por tanto
relegar el hipnotismo al gabinete de consulta del médico es ignorar totalmente su
verdadera significación. Debe introducirse en el gabinete de estudio del psicólogo y
ante todo en el laboratorio de las sociedades de psicología. Se obtendría de
este modo una ventaja inmensa pues no se necesitaría más que una suma
relativamente mínima de conocimientos especiales, permitiendo incursiones a un
dominio más rico en conocimientos inesperados. Otras partes de las ciencias ocultas como
la transmisión del pensamiento, el odismo, el mesmerismo o el mediumnismo están todavía
en tinieblas y exigen una comprobación escrupulosa, por una parte se prestan menos a un
estudio psicológico porque están más relacionadas con la física, y por otra porque es
deseable que previamente se delimite el campo de acción ya demasiado amplio de la nueva
psicología experimental.
Pero otro colaborador del mismo periódico, que dio su opinión en uno de
los números siguientes, no está de acuerdo sobre la delimitación recomendada por el
autor del llamamiento. Decía que las líneas de demarcación eran arbitrarias, por ello
desde el punto de vista práctico sería oportuno poner en juego todos los
resortes, particularmente en el caso del hipnotismo. Su mismo desarrollo histórico
se refería al conjunto de las otras ciencias ocultas, ante todo al mesmerismo y al
sonambulismo. Así pues las sociedades de psicología experimental no debían
borrar de su programa ninguna de estas investigaciones sino ocuparse tanto de una como de
la otra. |